Por Nelson Rojas
Recientemente, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, convocó a una reunión con los expresidentes Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía para discutir la creciente crisis de inmigración haitiana que afecta al país. Este encuentro refleja la urgencia del tema y la necesidad de una respuesta unificada frente a un desafío que ha persistido durante años.
La inmigración haitiana ha sido un tema delicado en la República Dominicana, donde las tensiones entre las comunidades y las autoridades se han intensificado debido a la llegada masiva de migrantes en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, muchos coinciden en que el problema no radica únicamente en la inmigración misma, sino en la manera en que el país ha manejado la situación a través de sus instituciones, particularmente el ejército.
Ya existen leyes en la República Dominicana que son claras y están diseñadas para regular la inmigración. No obstante, el desafío radica en la implementación de estas normas y en el papel fundamental que debe jugar el ejército en esta tarea. La falta de recursos, personal adecuado y estrategias efectivas en la frontera han contribuido a una situación desbordada.
Los expresidentes, con sus diversas experiencias y enfoques, podrían aportar valiosas perspectivas sobre cómo abordar la crisis. La necesidad de fortalecer las capacidades del ejército y asegurar que actúe como una fuerza de control y protección en la frontera fue un punto clave. Esto implica no solo una mayor inversión en recursos, sino también en entrenamiento y colaboración con otras agencias gubernamentales y organismos internacionales.
Además, es crucial entender que el problema de la inmigración haitiana no es solo un asunto de seguridad nacional, sino también un desafío humanitario. La República Dominicana debe encontrar un equilibrio entre proteger sus fronteras y atender las necesidades de aquellos que buscan refugio y oportunidades. Esto requiere un enfoque integral que contemple la cooperación con Haití y la búsqueda de soluciones a largo plazo que aborden las causas raíz de la migración.
La reunión convocada por el presidente Abinader con los expresidentes es un paso significativo hacia la búsqueda de soluciones efectivas a la crisis de inmigración haitiana. Reconocer que el problema no está en otro sitio, sino en la implementación de las leyes y el fortalecimiento del ejército, es fundamental para avanzar hacia un manejo más eficiente y humano de la situación. La colaboración y el liderazgo unificado son esenciales para enfrentar este desafío y construir un futuro sostenible para ambos países.
